¡Construí precios ganadores!

Hoy me meto de lleno en este tema. ¡Y qué gran tema el de los precios!

Para algunos es un dolor de cabeza porque no saben si lo que cobran está bien. A otros y a la mayoría les da miedo aumentar sus precios y cobrar lo que es justo por su trabajo por miedo a no vender y perder clientes.

Puede ocurrir también que tus precios los pongas sólo mirando a la competencia, haciendo cálculos mentales de los costos de tu producto y por intuición. Esto es gravísimo porque puede que en este momento estés perdiendo plata al vender.

Si te sentís identificado con algo de lo que estoy hablando te invito a leer lo que tengo para compartirte que puede ayudarte para poner los precios correctos.

Tu relación con el dinero

Para empezar, podríamos decir que siempre fue un tema tabú hablar del dinero. ¿Por qué estaría mal que habláramos de este tema?

Y ya eso nos dicen un montón de la relación con el dinero. Si no podemos hablar de ello, si está mal visto… cómo vamos a vivir en abundancia y tener un negocio próspero. Cómo no nos va a dar vergüenza cobrar por lo que vale nuestro trabajo y poner los precios que uno merece. 

El dinero en si no es nada. Nosotros le damos valor. Nosotros somos quienes determinamos si algo nos parece caro o barato porque no hay precios caros o baratos. Todo depende de lo que nosotros como cliente estemos dispuestos a pagar.

Entonces, si queremos salir de una mentalidad de escasez, si queremos vivir en abundancia es importante arrancar por las bases, amigarnos con el dinero y detenernos a mirarnos hacia adentro para saber cuánto nos valoramos y cuánta confianza tenemos en nosotros mismos y en lo que ofrecemos. Porque sin confianza y sin auto valorarse es difícil que otros nos valoren.

Los precios también hablan y nos dan un mensaje

Primero que nada, voy a aclarar que si tus precios son baratos, no significa que tus productos y/o servicios sean de mala calidad. Mi objetivo es que puedas tomar consciencia y motivarte a valorarte y poner los precios en los cuales vos te sientas a gusto, no te generen frustración y puedas disfrutar de lo que haces.

Dicho esto, vamos al tema en cuestión. Digo que los precios hablan porque está impuesto de que los precios bajos, muy baratos, son de mala calidad y hasta podríamos decir que mala atención al cliente y que los precios caros, tienden a relacionarse con productos y/o servicios de buena calidad y buena experiencia del usuario.

Además considero que si una persona paga por un producto y/o servicio un precio muy barato, no lo va a valorar igual a que si por el mismo producto y/o servicio paga un precio más elevado. Por ejemplo, si una persona paga un curso a $400, puede que nunca haga el curso, no lo termine. Total no le va a doler. Ahora bien si por el curso paga $4.000 no creo que nunca haga el curso o no lo termine porque no es poca plata y va a aprovechar el curso y toda la plata invertida.

Por otro lado, si nosotros como vendedores ponemos un precio que creemos que es justo para lo que ofrecemos, vamos a estar motivados y predispuestos a ofrecer lo mejor de uno. Es decir, podremos atender con mayor dedicación y compromiso a nuestros clientes y ellos sentirán lo mismo.

Si cobramos precios muy baratos y con los cuales no estamos a gusto y un cliente nos reclama algo, puede que no lo atendamos con la mejor cara o por dentro estemos pensando en el tiempo que estamos perdiendo por atenderlo. Y esto no es para nada positivo. Sentir que estamos perdiendo el tiempo y perdiendo plata. Nos desmotiva, no nos incentiva a ser mejores y puede que también perdamos clientes. 

Pero Caro, si yo cobro lo que yo quiero cobrar, me da miedo que nadie me compre

He trabajado con más de 100 emprendedores y te diría que el 80% tuvo que aumentar los precios porque prácticamente no ganaban plata. Todos confiaron, todos los aumentaron. Ninguno dejó de vender. Nunca me pasó que me dijeran que vendían menos. Incluso la gran mayoría siguió vendiendo igual o más.

El miedo a no vender, es un obstáculo impuesto por nosotros mismos. Nosotros mismos somos el obstáculo a vender y ganar más. Pensá en todo el valor que vos le das al cliente, en todos los problemas que les ayudas a solucionar, cuánto dinero más ganan o se ahorran gracias a vos. 

Espero que después de leerme, revises tus precios y de ser necesario los ajustes para que vos te sientas a gusto. ¡Te aseguro que vas a vender!  ¡Te vas a sorprender!